Todo comenzó hace muchos años.

Mi cama, como único testigo de los pensamientos que se repetían día tras día, me acogía cálidamente cada noche sin prejuicios, sin mediar palabra.

Allí es donde surgió el sentimiento en mis años de adolescencia, alimentando año tras año una fuerza dentro de mí que tarde o temprano tendría que salir.

Llámalo fantasía o deseo de modificar mi realidad. Fue en ese momento donde comenzaron los sueños.

Algún día abandonaría mi casa, mi país y mi vida. Algún día partiría hacia algún lugar que me hiciera pensar. Pensar de forma distinta, sintiéndome menos cohibida.

Libertad… quizás llevaba años soñando con esa palabra.

Una palabra que, irremediablemente, atraía a otras dos: escape y huida.

Corría la primavera del 2015 y, después de 10 años, tenía al fin la oportunidad ante mí de cambiar mi destino. Llegaban a su fin las responsabilidades personales, académicas y laborales que me había impuesto a mí misma.

Marzo anunciaba su momento: llegó la hora.

momento de escape

Llegó el momento de despegar las alas

Después de tanta espera, no fue trabajo fácil elegir el destino. ¿Hacia dónde iría? ¿Para qué? ¿Con quién? ¿Decidiría ir sola o con la persona que me había estado acompañando y apoyando en los dos últimos años? ¿Aquella misma que, aunque ahora estuviéramos más distantes, me había regalado en su momento el mejor año de mi vida? ¿Cuál sería el plan? ¿Tendría que ponerme a pensar en lo “más adecuado” no solo para mí sino para ambos?

Me gustaría que me acompañases en este proceso de crecimiento, retos, aventuras, amor, dolor y superación.

Me gustaría servir de entretenimiento e inspiración.

Me gustaría hacerte creer… creer más en ti, en tu valor personal.

Y si consigo dar algún empujoncito, cada uno de mis suspiros habrán valido por mil.

Te invito a adentrarte en mi mundo y, de alguna manera, a perderte conmigo. Perderte para encontrar tu verdadera esencia, tu verdadero destino. La vida sólo se vive una vez.

En estas líneas contaré cada paso que me llevó desde Inglaterra hasta India. De salir de mi vacía casa de 3 miembros a convivir con más de 40 personas en comunidad, de romper mis esquemas y aprender de mí misma aptitudes desconocidas, de superar reto tras reto manteniéndose en pie en todo momento, de descubrir lo mejor y lo peor de cada uno y de enfrentarse a uno mismo lejos de todo entorno conocido.

Te invito a rememorar en cada escrito las ideas que me guían sin cesar y te pido, con tu compañía cautiva, que en esta historia no exista punto y final.

Con todo el cariño,

Ishtar⭐